Los avances que se han logrado y las aplicaciones que se han desarrollado en el campo de la tecnología, permiten que los dispositivos que han surgido en los últimos años aparezcan como medios importantes para comunicarse y compartir información y conocimiento, por lo que se aprecia la capacidad transformadora que las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) representan para la educación en general.
Lo anterior ha generado escenarios educativos nuevos donde las TIC funcionan como herramientas para mediar el proceso enseñanza-aprendizaje, ya sea en ambientes formales y "tradicionales" o en entornos totalmente virtuales.
En cualquiera de los casos, el profesor tiene un papel esencial en el proceso educativo, pues es él quien toma las decisiones importantes: el qué, el cómo, el cuándo, el con qué y el por qué...De ahí que es fundamental que esté capacitado en relación a los aspectos pedagógicos y metodológicos propios de estos entornos, a fin de ofrecer una experiencia educativa valiosa. Al mismo tiempo, considero importante el aspecto profesional de la labor magisterial donde, más allá de la metodología utilizada, el docente debe establecer un compromiso con sus alumnos en aras de apoyarlos para que los aprendizajes que construyan sean significativos.
Por otro lado, al desempeñarme como apoyo técnico-pedagógico de la educación preescolar en México, una de las tareas principales de esta función es diseñar, ofertar e impartir cursos y/o talleres de formación continua a los docentes en servicio. Por esta razón, resulta de mi interés conocer el "deber ser" (y hacer) del docente con su práctica educativa, siempre teniendo en cuenta los aprendizajes que sus alumnos deben y pueden lograr, para estar en posibilidades de orientar a los profesores para que la transformación que lleven a cabo en su quehacer se dirija en la dirección más adecuada.
Como resultado de todo lo mencionado anteriormente, escribí el siguiente ensayo, cuya pretensión es ofrecer un panorama del papel del docente en los entornos mediados por TIC, partiendo desde las características de éstos, algunas condiciones para implementarlos y como debería ser el papel del docente en estos entorno, desde un punto de vista constructivista y socio-cultural.
Para concluir, subrayo la idea de que disponer de recursos
tecnológicos, no conlleva directamente a prácticas
que signifiquen una transformación fundamental en la enseñanza y el aprendizaje; en cambio, una intervención docente intencionada, reflexionada y comprometida puede marcar la diferencia
